El pasado 22 de julio, como mucha gente, (me figuro), estuve atento al discurso del Presidente en funciones, Pedro Sánchez en el debate de investidura. La única diferencia es que yo me centré en un tema que rara vez se analiza, (al menos como lo llevo haciendo yo desde 2012 en distintos medios), la discapacidad y la dependencia. Por ese motivo, aunque creo que mi tema es trasversal, (aquí si se puede usar el término, no así cuando nos referimos a la ideología de un partido político), yo me he fijado los dos puntos más relacionados con el tema de los seis puntos en los que el Presidente dividió sus propuestas: El punto cuatro, igualdad entre hombres y mujeres, que hizo coincidir con todos los derechos y las libertades civiles; y el punto cinco, igualdad social.
Los dos puntos mencionados anteriormente, en mi opinión, son los ejes sobre los que debe descansar cualquier democracia moderna y mucho más desde una perspectiva socialdemócrata, ya que, como siempre he dicho: No puede, ni debe haber Libertad sin Igualdad, ni Igualdad sin Libertad. Pasemos pues a analizar el discurso del Presidente.
En primer lugar, vemos como el Presidente menciona el tema de la eutanasia dos veces. De este modo, podemos ver que prácticamente abre y cierra su discurso con este tema, citándolo en el preámbulo y en las conclusiones de su discurso, poniendo esa última vez el ejemplo de Angel Hernández y su mujer con Esclerosis Múltiple, María José Carrasco. Esto me hace pensar que realmente este va a ser un compromiso que un futuro Gobierno socialista cumplirá. También, me dio una pista sobre una cierta descompensación a favor de las Libertades Civiles en el tema de la discapacidad como ahora veremos, cosa lógica si no se quiere pillar los dedos en un discurso de investidura ya que el aporte presupuestario es mucho menor que el necesario para Derechos Sociales.
Pasemos ahora a las menciones a la discapacidad. Aquí vemos que Sánchez mencionó dos veces la discapacidad , en el punto cuatro de su exposición, englobándolo dentro de los Derechos Civiles. Aquí tenemos un ejemplo de una medida con un gran significado en materia de visión social de la discapacidad, siempre que se gestione bien posteriormente; y otra medida simbólica, gratuita y con una gran rentabilidad electoral.
A veces, una persona con poder hace más con una sola mención en un discurso que con cualquier medida concreta y esta es una de esas veces. Al mencionar explícitamente a la discapacidad dentro de un Plan de Acción contra los delitos de odio, (ignoro si sin querer o queriendo), cambió el paradigma de la visión que se tiene de la discapacidad, pasando de la compasión a los Derechos Civiles. Por primera vez la discapacidad es el objeto del odio, lo cual nos permite hacer visibles y denunciar los casos de bulling, vejaciones y violaciones de Derechos Humanos que estamos sufriendo las personas con discapacidad y en situación de dependencia por nuestra condición. La discafobia por fin es visible, hemos pasado de ser sujetos pasivos a ser sujetos activos con plenos derechos. Ahora toca gestionar esto, que para un colectivo que ha vivido en el ostracismo 80 años, (40 en dictadura y otros 40 en democracia imperfecta), no va a ser fácil.
Por otro lado, el Presidente, en relación a la discapacidad, habló de una medida semántica, pero más vistosa por la reforma constitucional que requiere. De este modo, habló de adecuar la Constitución del 78 a la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU[1] . En concreto, habló de cambiar el término disminuidos por el de personas con discapacidad. Me parece un buen gesto y más teniendo en cuenta las pretensiones postmodernas de imponer el término diversidad funcional, vacío de todo echo diferencial para nuestro colectivo como ya he dicho miles de veces.
Pero abordemos ahora la parte social, la parte de la Dependencia, mencionada específicamente dentro del punto cuatro, desigualdad social, con sus luces y sus sombras.
Me duele ver como el Presidente y Secretario General de mi partido se suma a la tesis de acabar con la Dependencia como Cuarto Pilar del Estado del Bienestar, una tesis, la de el Cuarto Pilar del Estado del Bienestar, que era mayoritaria en febrero de 2012, en el XXXVIII Congreso Federal del PSOE en Sevilla y la cual defendí yo en el Congreso Provincial del PSOE-Burgos posteriormente.
La Dependencia necesita tener su propia entidad y no puede ser absorbida por el concepto de Servicios Sociales por lo siguiente:
En primer lugar, porque el Sistema de Atención a la Dependencia fue concebido como un sistema integral. A nadie se le ocurre decir que debe haber un Sistema Nacional de Atención Primaria, en vez de un Sistema Nacional de Salud, por ejemplo. Se está cubriendo una necesidad concreta, cada vez más necesaria en una sociedad envejecida y con una alta esperanza de vida.
En segundo lugar, este Sistema engloba múltiples tareas que involucran a múltiples áreas del Estado del Bienestar: Los Servicios Sociales y la Sanidad, sobretodo. No olvidemos que hablamos de personas con especiales necesidades sanitarias.
En tercer lugar, sería imposible blindar un sistema de Servicios Sociales, no se trata de algo concreto y universal como la educación o la sanidad. En cambio, por el proceso vital natural, todas o casi todas las personas, (exceptuando las muertes prematuras), acabaremos siendo dependientes, si no lo somos ya. Sin embargo, como socialdemócrata, veo los Servicios Sociales como un elemento igualador que palia situaciones de necesidad, las cuales, en determinados colectivos pueden ser más duraderas, dependiendo de sus circunstancias. De hecho, Sánchez en ningún momento mencionó el blindaje del Sistema de Atención a la Dependencia. Solamente anunció una Ley Estatal Marco de Servicios Sociales.
Por lo demás, se agradece la mención a recuperar el importe aportado por el Estado español a la financiación de la Dependencia. Aunque, por otro lado, dudo que eso sirva para corregir la situación generada durante años de incumplimiento, o al menos costará mucho llegar a ese punto. Y por supuesto, de nada servirá a las miles de personas que han muerto esperando que su caso sea atendido.
También se agradece el aumento del catálogo de la Dependencia en materia de teleasistencia avanzada, una materia importante dentro del Sistema de Atención a la Dependencia. Sin embargo, tengo mis dudas sobre la figura del Asistente Personal, no sé hasta que punto se podrá financiar esta figura, creo que sería bueno centrarse primero en una mayor dotación de residencias públicas especializadas en la discapacidad.
Dicho esto, hay otros temas sociales que pueden influir en las personas con discapacidad como son la actualización de las pensiones mínimas y Pensiones No Contributivas.
Por último, se anunció una apuesta de apoyo al Tercer Sector con medidas de apoyo a las empresas de compromiso social y una Ley de Mecenazgo del Tercer Sector. En ese aspecto recuerdo que estas entidades, como alguna ONG, no siempre tienen buenas intenciones. Para apoyar esta opinión, recuerdo mi opinión en Diario16 sobre los Centros Especiales de Empleo [2]
En definitiva, estamos ante grandes avances en Derechos Civiles en mi colectivo, pero un enfoque equivocado en Derechos Sociales que debería mirar más al modelo público de Finlandia y menos al modelo de subcontratación social de EE.UU.
[1] “Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU” (https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf). Consultado el 24 de julio de 2019.
[2] “Centros Especiales de Empleo: El negocio de la trampa” https://diario16.com/los-centros-especiales-de-empleo-el-negocio-de-la-trampa/ ) . Consultado el 24 de julio de 2019.
Análisis del discurso inicial del debate de investidura desde la discapacidad y la dependencia
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